lunes, 20 de junio de 2011

Apreciar


Qué dichoso e insignificante se puede sentir en momentos tan rápidos e inesperados como un beso, un parto, la naturaleza… Ya habíamos hablado antes de los instantes que nos da la vida, cuán insignificante parece a simple vista.

Nuestro día a día es tan aburrido como emocionante, tan rutinario como imprevisible y tan deprimente como memorable, parecerá quizás estúpido lo que digo y somos tan inconscientes en ocasiones hasta que no nos vemos a nosotros mismos padeciendo una situación, mala o buena, no sabemos lo que es ni lo que nos perdemos por pensarlo.

Generalmente en las vacaciones, cuando quedamos con los amigos planificando el viaje o en momentos navideños con la familia o incluso en los cumpleaños, nos sentimos dichosos, queridos, completos pero no apreciamos ése momento de forma profunda lo trivializamos con regalos materiales, con fiestas añadiendo a lo largo de los años, alcohol, música… y acaba en descontrol a veces.

Los primeros años de la vida siempre serán los más puros que tengamos y de los cuáles jamás o pocas veces, nos acordaremos, toda nuestra persona se basa en la inocencia y la pureza, en cambio cuando somos mayores observamos que ésos momentos no nos suplen, son falsos… no apreciamos esos gestos por que no es lo que queremos ¿y qué queremos? Para unos una cosa y para otros otra…

Parece que hablo en clave, lo siento ^^ .

Cuando vamos a la naturaleza, pasamos unos días memorables, desconectados de todo y lo disfrutamos, tal que cuando regresamos a nuestra vida parece que lo anterior solo era un espejismo temporal, y es así pero lo peor no es que quede en el olvido, lo peor es no hacer nada por cambiar eso. Venimos de viaje y lo primero que hacemos es dejar la maleta, ir al baño, llamar a nuestros parientes y amigos y volver a la trivialidad de cada día…: cocinar, pensar en qué tienes que hacer mañana, aún no has terminado los deberes, tienes que terminarte ese juego…

Después cuando nos declaramos, cuando vemos el amor en frente de nuestra narices somos más apreciados, más dichosos con lo que nos dan, a veces con una mente abierta y otras solo con mente para la pareja, el amor y la esperanza es una buena cura, pero esto solo son palabras, porque la realidad a pesar de querer cambiarla, es la realidad.

No todos pueden, no todos lo ven de esta forma tan… idealizada casi, pero es más fácil apreciar todo esto cuando trabajamos ayudando, cuando vemos que somos necesitados por alguien y si ése alguien nos trata bien, es mucho más fácil para las personas que han tenido dificultades y han sabido salir, también para las personas que no pueden hacer ciertas cosas… como los discapacitados psíquicos o físicos… también para algunas personas mayores.

Pero los que realmente deberíamos apreciar eso y luchar más sin ser tan egoístas, ni tan individuales… somos nosotros, tú el que lees esto, tú el que has oído algo parecido o tú, quién está viendo la televisión mientras su hijo está encerrado en su habitación porque está casnado de ver a su padre sin hacer nada. Así como cuando un conjunto de desconocidos luchan para criticar, podría hacerse para luchar, sé que no siempre se puede, sé que no todos opinan igual pero eso no quiere decir que no tengamos capacidad, ni fuerza para luchar.

Cerremos los ojos y apreciad todo lo que os rodea y todo lo que sois.

Un beso. Mar.